- El presidente de Chile, Gabriel Boric, enfrenta desafíos para cumplir su promesa de una minería de litio sostenible y responsable mientras las comunidades indígenas expresan su escepticismo y resistencia.
Reuters.- El presidente Gabriel Boric de Chile presentó un ambicioso plan para revolucionar la industria del litio en el país, convirtiéndolo en un líder mundial en responsabilidad ambiental y social. La propuesta incluye tomar el control estatal de la industria del litio y expandir la extracción de este valioso componente esencial para las baterías de los automóviles eléctricos. Sin embargo, esta iniciativa no ha sido bien recibida por todas las comunidades involucradas, según la información publicada por el prestigioso sitio de noticias Reuters.
Chile es conocido por poseer las mayores reservas de litio del mundo, principalmente ubicadas en el desierto de Atacama, que representa el 90% de estas valiosas reservas. La creciente demanda de litio por parte de fabricantes de automóviles y empresas de energía renovable, como Tesla y BMW, ha impulsado a Chile a buscar formas de capitalizar esta oportunidad.
El plan de Boric contempla la expansión de la minería de litio a través de sociedades público-privadas, bajo el control de una nueva empresa estatal de litio. No obstante, las comunidades locales, especialmente aquellas que viven en o cerca de las salinas de litio del norte de Chile, han expresado su escepticismo y resistencia ante esta propuesta.
Los líderes comunitarios entrevistados por Reuters dejaron claro que exigirán una mayor distribución de ganancias en beneficio de sus comunidades. Algunos incluso se resistirían a cualquier tipo de nueva minería de litio, argumentando que no están dispuestos a sacrificar sus territorios y recursos naturales en aras del desarrollo económico.
“Estamos en el desierto más árido y cambiar lo que tenemos de agua y vegetación por una batería de litio nos va a dejar sin nada”, expresó Francisco Mondaca, ingeniero civil y jefe de la unidad ambiental del Cabildo Indígena de Atacama.
El desacuerdo entre el gobierno y las comunidades indígenas se profundiza debido a la falta de consulta previa y la percepción de que el gobierno ha decidido sin tomar en cuenta sus opiniones. Los líderes locales critican que el gobierno comenzó a vender el litio sin considerar sus preocupaciones e intereses.
A pesar de las promesas de utilizar tecnología pionera y respetuosa con el medio ambiente, como la extracción directa de litio (DLE), que implica la reinyección de salmuera en el suelo una vez extraído el mineral, las comunidades no están convencidas de la sostenibilidad real de esta técnica.
Además, las comunidades indígenas de Atacama, como el pueblo Lickan Antay, que habita el territorio desde al menos 1.500 años, tienen una perspectiva única sobre el desarrollo, enfocada en el respeto por el medio ambiente y la tuvieron de su cultura y estilo de vida.
Algunos líderes indígenas, sin embargo, han expresado su disposición a apoyar la extracción de litio siempre que exista un trato justo que incluya una mayor participación en las ganancias y que se les considere como socios estratégicos en la empresa estatal de litio.
El gobierno de Boric enfrenta un desafío significativo al intentar conciliar sus planes de expansión minera con las demandas y prioridades de las comunidades indígenas. Las negociaciones se perfilan como complejas y delicadas, y es esencial que el gobierno establezca un diálogo respetuoso y genuino con las comunidades para encontrar soluciones que beneficien a todas las partes involucradas.