• Por María Noel de la Paz, Acceleration Director en Magical

Una y otra vez veo que, frente a los problemas más complejos de nuestra región, son las startups latinoamericanas las que están ofreciendo las soluciones más innovadoras, más eficientes y sobre todo,  más conectadas con la realidad. Llevo más de una década trabajando en el ecosistema de innovación y cada año confirma lo mismo: la transformación tecnológica de Latinoamérica no vendrá importada; está naciendo aquí.

Como aceleradora y fondo de inversión, en Magical hemos visto cómo la innovación local se ha movido desde un rol aspiracional hacia uno completamente protagónico. Las startups ya no están mirando solo lo que ocurre en Silicon Valley para replicarlo; están respondiendo a dolores que son propios de nuestra geografía, nuestra economía y nuestra cultura. Esa autenticidad es, precisamente, su mayor ventaja competitiva.

Lo que está dejando este año en innovación

Este año ha sido especialmente revelador. Las startups que acompañamos han enfrentado mercados más exigentes, ciclos económicos complejos y clientes que piden resultados rápidos. Y aun así, han demostrado una capacidad de adaptación que pocos ecosistemas pueden igualar.

Hemos visto innovación en movilidad urbana con soluciones que ya operan en decenas de ciudades; avances en ciberseguridad que convierten cámaras tradicionales en sistemas inteligentes; plataformas de marketing que reducen costos operativos de empresas regionales; y tecnologías para la construcción que están modernizando procesos en sectores históricamente lentos para digitalizarse.

Lo que tienen en común no es solo la tecnología. Es la resiliencia, la creatividad y el pragmatismo de sus founders. Innovar en Latinoamérica requiere más que capital: requiere entender la urgencia del cambio.

Nuestro rol como fondo y aceleradora

En Magical no nos limitamos a invertir. Trabajamos de manera cercana con cada startup porque sabemos que el acompañamiento es igual de importante que el capital. Durante estos meses hemos profundizado ese trabajo, ajustando nuestros programas, fortaleciendo diagnósticos y creando planes a medida para cada empresa que forma parte de nuestro portafolio.

La experiencia nos ha enseñado que las startups no escalan por azar. Escalan cuando tienen foco, cuando aprenden rápido y cuando son capaces de transformar datos en decisiones. Y ahí es donde nos comprometemos: en entregar herramientas reales para acelerar ese proceso.

Nuestro fondo Magical II, financiado 100% por inversionistas privados,  continúa activo y desplegando capital en empresas con un potencial de crecimiento sólido. Hoy, más que nunca, estamos viendo founders con capacidad real de internacionalizarse, de resolver problemas críticos y de posicionarse como líderes en sus industrias.

Hacia dónde estamos mirando

Latinoamérica está viviendo un momento clave. Las necesidades están claras: productividad, movilidad, seguridad, infraestructura digital y eficiencia operacional. Y los equipos que están resolviendo esos temas son locales, conocen la complejidad regulatoria, entienden las brechas sociales y son capaces de construir soluciones que funcionan desde el día uno.

Creo profundamente que el venture capital regional debe asumir un rol más activo en este proceso. No basta apoyar lo que ya funciona afuera; hay que apostar por lo que está funcionando aquí. Y eso exige una mirada más cercana, más contextualizada y más valiente.

Este año lo ha demostrado: la región no está solo adoptando tecnología, la está creando. Y en Magical seguiremos acompañando a los founders que están impulsando ese cambio, no desde la teoría, sino desde la práctica diaria de construir empresas que transforman industrias completas.

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