• Empresas chinas han manifestado preocupación por la seguridad de sus inversiones en Chile, especialmente tras el atentado a la central hidroeléctrica Rucalhue.

Un reciente atentado incendiario a la central hidroeléctrica Rucalhue, operada por la firma china CWE en la Región del Biobío, detonó una señal de alerta en el círculo de inversionistas del país asiático, que hoy exige mayores certezas para mantener su presencia en sectores estratégicos como energía, infraestructura y minería.

Según informó Diario Financiero, la preocupación fue transmitida directamente por representantes de empresas chinas al embajador Niu Qingbao, quien sostuvo reuniones con ministros del gobierno chileno para abordar el clima de seguridad. El diplomático señaló que no se trata de un hecho aislado, sino de una señal preocupante para los capitales chinos que operan en el país.

Desde el Ejecutivo, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, afirmó que “el gobierno se toma con la mayor seriedad la protección de las inversiones”, subrayando que se activarán todos los instrumentos jurídicos para esclarecer los hechos. Por su parte, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, garantizó que se reforzarán las condiciones de resguardo para proyectos con financiamiento extranjero.

El mismo medio detalla que la inquietud no se limita al atentado en Biobío. Persisten tensiones por las presiones de Estados Unidos para limitar la expansión de empresas chinas en América Latina, lo que ha reactivado en Chile el debate sobre establecer filtros o mecanismos de revisión en sectores considerados estratégicos.

En este escenario, el gobierno enfrenta el desafío de equilibrar las exigencias geopolíticas con la necesidad de proteger la inversión extranjera directa, clave para la transición energética y el desarrollo de infraestructura crítica. Las empresas chinas, en tanto, observan con cautela antes de avanzar en nuevos proyectos.

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