- Chile podría producir hasta 15.000 toneladas anuales de cobalto desde relaves mineros, impulsando una industria sostenible y de alto valor tecnológico.
Chile está reescribiendo la historia de su minería con una propuesta que combina innovación, sostenibilidad y economía circular. A través de proyectos impulsados por instituciones adherentes a Compromiso Minero, el país busca recuperar cobalto —un metal esencial para las baterías de autos eléctricos y dispositivos tecnológicos— directamente desde relaves. Este enfoque no solo evita nuevas faenas extractivas, sino que también posiciona a Chile en la cadena global de suministros para la electromovilidad.
El cobalto, de tono gris azulado y gran resistencia a la oxidación, fue durante siglos un recurso valioso en el Norte Chico. “Se explotaba principalmente en las regiones de Atacama y Coquimbo, donde se utilizaba para pigmentos azules destinados a cerámicas y vidrios exportados a Europa”, explica la geóloga Marjorie Salazar Tejo, docente de Duoc UC y adherente de Compromiso Minero.
Hoy, este mineral vuelve a cobrar protagonismo. Según el Centro Integrado de Pilotaje de Tecnologías Mineras (CIPTEMIN), los relaves de cobre de regiones como Coquimbo, Atacama y Valparaíso podrían permitir producir hasta 15.000 toneladas anuales de cobalto, cifra que podría duplicarse si se aprovechan depósitos mixtos. “El cobalto es crítico para la fabricación de baterías de ion-litio, componentes eléctricos y sistemas de almacenamiento de energía. Producirlo sustentablemente nos permite aportar a la transición energética global con trazabilidad y respeto ambiental”, destaca Cynthia Torres, directora ejecutiva de CIPTEMIN.
El desafío ahora está en innovar. En el Laboratorio de Medioambiente de la Universidad Adolfo Ibáñez, el proyecto BioElectroTor experimenta con bacterias que actúan sin oxígeno para recuperar metales desde los relaves. “Buscamos transformar el desecho en oportunidad. Recuperar cobalto con biotecnología reduce el impacto ambiental y genera desarrollo local”, afirma Javiera Toledo, Ph.D. en Biotecnología y Microbiología, académica de la Facultad de Ingeniería y Ciencias UAI.
Estas iniciativas apuntan a un cambio de paradigma en la minería chilena: menos extracción, más innovación. Si logra escalar industrialmente, la biominería permitirá disminuir riesgos ambientales, aprovechar pasivos históricos y crear empleos de alto valor tecnológico. El “tesoro azul” que alguna vez pintó cerámicas en Europa hoy puede ser el color del futuro energético de Chile.
