• La asignatura “Gestión integral de concentrados de cobre”, impulsada por Altonorte y la UCN desde 2012, ha beneficiado a más de 150 futuros ingenieros metalúrgicos mediante clases técnicas, visitas en terreno y desarrollo de habilidades blandas.

Una década de colaboración entre el Complejo Metalúrgico Altonorte y la Universidad Católica del Norte ha permitido que más de 150 estudiantes de Ingeniería en Metalurgia e Ingeniería Civil Metalúrgica accedan a formación técnica aplicada en una de las faenas más relevantes del norte de Chile. El programa busca alinear la formación académica con los requerimientos reales de la industria, integrando conocimientos sobre procesos metalúrgicos, seguridad industrial y gestión ambiental.

La iniciativa comenzó en 2012 con la creación de la asignatura electiva “Gestión integral de concentrados de cobre”, la cual se ha consolidado como una herramienta de vinculación entre el mundo académico y la industria minera. A través de clases dictadas por profesionales de Altonorte y visitas técnicas en terreno, los estudiantes han podido conocer directamente los procesos de fundición y la gestión operativa de una planta en funcionamiento.

“Nuestros estudiantes pueden complementar la teoría con la práctica y conectar con los desafíos reales de planta, pudiendo además fortalecer no solo las competencias técnicas, sino también las habilidades interpersonales que son importantes en la industria”, comentó Evelyn Melo, académica del Departamento de Ingeniería Metalúrgica y Minas de la UCN.

El programa ha sido valorado tanto por la comunidad académica como por los propios estudiantes, quienes destacan la posibilidad de adquirir una comprensión más profunda del funcionamiento industrial. Francisco Salazar, ingeniero civil metalúrgico titulado en 2024, sostuvo: “Fue una experiencia gratificante, porque pude entender los procesos desde la práctica y tener una visión más cercana de lo que ocurre en faena con profesionales de la industria”.

Además de las competencias técnicas, el enfoque del programa considera el fortalecimiento de habilidades blandas esenciales para el ejercicio profesional, tales como el trabajo en equipo, la ética, la responsabilidad y la creatividad. Sofía Hernández, estudiante de quinto año, explicó: “Fue muy valioso aprender sobre el proceso de fundición, conocer a los profesionales que están detrás de la empresa y aplicar dinámicas de trabajo en equipo para desarrollar habilidades blandas que nos servirán mucho a futuro”.

Cada año, cerca de 15 estudiantes participan de esta cátedra, que forma parte de la Política de Desempeño Social de Glencore. En total, ya son más de 150 los jóvenes que han sido parte de esta experiencia de aprendizaje significativo.

“Buscamos aportar al desarrollo de capital humano en esta área de la industria y generar valor compartido a través de estas alianzas de colaboración y beneficio mutuo”, indicó Marcia Rojas, encargada de Comunidades de Altonorte, quien lidera esta iniciativa.

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