• El pasado 5 de agosto se cumplió el aniversario N.º 32 del primer moldeo de cobre blíster en el Complejo Metalúrgico Altonorte, entonces Refimet. Un hecho histórico en la metalurgia nacional, puente hacia la consolidación de la séptima fundición de concentrados de cobre en Chile, que marcó el inicio de un legado técnico y social.

El 5 de agosto de 1993 marcó un antes y un después para la industria metalúrgica chilena. Ese día, el equipo de Fundición Refimet —hoy conocido como Altonorte— logró moldear con éxito la primera barra de cobre blíster, consolidando el nacimiento de la séptima fundición de concentrados de cobre en el país. El hito, celebrado este mes en el complejo ubicado en el sector industrial La Negra, Antofagasta, sigue vivo en la memoria de quienes participaron en aquel momento fundacional.

La construcción de la planta tomó apenas 20 meses y formó parte de la Fase I del proyecto, diseñada para procesar concentrados y fabricar cobre blíster mediante tecnología de fusión pirometalúrgica. Ubicada a 25 kilómetros al sureste de Antofagasta, la instalación nació con un horno de reverbero capaz de tratar 225 mil toneladas anuales de concentrado nuevo.

El arranque no fue solo un éxito técnico. Representó la culminación de un ambicioso plan industrial para dotar a Chile de una fundición moderna, capaz de agregar valor al mineral con ingeniería local. El cobre blíster producido se convirtió en la base para la elaboración de ánodos refinados, reforzando la cadena productiva nacional.

En los años siguientes, Altonorte incorporó nuevas tecnologías en sus fases II y III, incluyendo un reactor continuo, convertidores Peirce-Smith y plantas de ácido, lo que permitió aumentar su capacidad productiva y dar un salto cualitativo en eficiencia y control ambiental.

Más allá de los avances industriales, el aniversario evoca el impacto económico y social generado en la región. “Gracias a ese legado, miramos el futuro con el mismo optimismo y compromiso”, recordaron este 5 de agosto, destacando el trabajo de los pioneros que con visión y esfuerzo hicieron realidad este proyecto.

Hoy, bajo la operación de Glencore, Altonorte se consolida como una custom smelter con capacidad para procesar cientos de miles de toneladas de cobre al año, manteniendo su relevancia en la minería chilena y proyectándose hacia un futuro más diverso, inclusivo y tecnológicamente avanzado.

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