- El Comando Departamental de Policía La Paz informó que la muerte de Mauricio Soliz Miranda, ocurrida durante un enfrentamiento entre cooperativas mineras en Guanay, se debió a un infarto agudo de miocardio y no al uso de armas de fuego, aunque otras dos personas resultaron heridas de bala.
El enfrentamiento entre las cooperativas mineras Gran Poder y Primero de Mayo en Guanay, La Paz, fue el escenario del deceso del trabajador Mauricio Soliz Miranda. Según comunicado emitido por el Comando Departamental de Policía La Paz el domingo, Soliz Miranda murió debido a un “choque cardíaco, infarto agudo de miocardio” y no por el uso de armas de fuego, como algunos informes preliminares habían sugerido.
El comunicado policial indica que, las autoridades recibieron una denuncia sobre un enfrentamiento en el municipio de Guanay. Inmediatamente, un contingente policial se dirigió al campamento de la Central Cangalli, ubicado cerca del Río Tipuani, donde encontraron a dos hombres heridos, Raúl Smith Espinoza, de 44 años, y Carlos Soto Salazar, de 39 años, quienes fueron trasladados al Hospital Municipal de Guanay con múltiples lesiones, incluyendo heridas de bala.
La Policía también fue informada sobre otra persona, Mauricio Soliz Miranda, de 43 años, quien aparentemente había fallecido antes de llegar al hospital, auxiliado por terceros. El médico forense Edwin Rojas Quiroga certificó que Soliz Miranda murió debido a un infarto agudo de miocardio, sin signos de haber sido herido por arma de fuego.
En contraste, la Defensoría del Pueblo identificó a los heridos y a la víctima mortal, confirmando que los dos hombres presentaban heridas de bala y traumatismo craneoencefálico. Este conflicto minero, que se desató en las cercanías del Río Tipuani, ha intensificado las tensiones entre las cooperativas Gran Poder y Primero de Mayo, que disputan el control del área minera.
El Valle de Tipuani, una de las regiones más importantes para la minería de oro en Bolivia, enfrenta problemas recurrentes de enfrentamientos entre operaciones mineras legales e ilegales, además de ser un punto crítico para el tráfico de personas, drogas y mercurio. Esta última sustancia es especialmente preocupante debido a su impacto ambiental.
Tras el incidente, la Policía desplegó 50 efectivos en la comunidad de Mescalita para mantener el orden y evitar nuevos enfrentamientos. Las autoridades aseguran que la situación se ha calmado gracias a la presencia policial, con ambas cooperativas replegadas en sus respectivos campamentos.
Las primeras investigaciones a cargo del Ministerio Público en Guanay apuntan a que el conflicto se originó por disputas relacionadas con la explotación de minerales en la zona.