• Antofagasta Minerals avanza en su expansión en Nueva Centinela, con una segunda concentradora que operará en 2027 y una inversión de US$ 4.400 millones.

Con una inversión de US$ 4.400 millones, Antofagasta Minerals activó una nueva fase de expansión en su operación Nueva Centinela, ubicada en la región de Antofagasta, que permitirá alcanzar una producción anual de 900 mil toneladas de cobre a partir de 2027. La iniciativa se alinea con un modelo sostenible basado en el uso exclusivo de agua de mar sin desalinizar y el abastecimiento desde energías renovables no convencionales, consolidando el posicionamiento global del grupo minero chileno.

Durante el encuentro internacional proEXPLO 2025, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), Sergio Giglio, gerente de exploraciones Sudamérica de Antofagasta Minerals, detalló que el inicio de operaciones de la segunda concentradora está proyectado para 2027, y que su construcción ya moviliza a más de 13 mil trabajadores en la etapa actual.

El proyecto contempla la ampliación del rajo Esperanza Sur, la construcción de una nueva planta concentradora, un depósito de relaves espesados, la expansión de la planta de molibdeno y un sistema de impulsión de agua de mar que no requiere procesos de desalinización. “La infraestructura ha sido diseñada bajo una lógica de largo plazo, eficiencia y sustentabilidad”, subrayó Giglio.

Uno de los puntos destacados es que la operación sumará 170 mil toneladas de cobre equivalente (CuEq), lo que permitirá elevar el total a 900 mil toneladas anuales, posicionando al distrito Centinela entre las 15 mayores minas de cobre del mundo. Esta expansión extendería la vida útil del yacimiento por al menos 30 años.

El enfoque ambiental ha sido clave en la planificación. Según lo señalado por el ejecutivo, toda la nueva infraestructura funcionará exclusivamente con agua salada y se abastecerá con fuentes de energía renovable no convencional, cumpliendo así con los compromisos de eficiencia hídrica y reducción de la huella de carbono. Esto fortalece la competitividad y resiliencia operativa en un escenario global marcado por restricciones ambientales y exigencias de mercado.

Además, se confirmó que el distrito Centinela —considerado de clase mundial— abarca 250 mil hectáreas en concesiones y está llamado a convertirse en uno de los complejos geo-minero-metalúrgicos más importantes del país, con un modelo integrado que maximiza sinergias entre exploración, procesamiento y sostenibilidad.

Cabe recordar que en febrero de 2024, Antofagasta Minerals adquirió un 19% de participación en la minera Buenaventura, operación que refuerza su estrategia de crecimiento regional en países como Canadá, EE.UU., Perú y Chile, buscando proyectos con al menos una década de continuidad productiva asegurada.

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