- En la última década la presencia femenina en la minería chilena se triplicó.
La minería ha sido históricamente uno de los motores de desarrollo más relevantes de nuestro país. Pero hoy, en un contexto global que exige sostenibilidad, inclusión y propósito, la industria también enfrenta el desafío de evolucionar, donde la participación activa de las mujeres se transforma en una decisión profundamente estratégica.
En la última década, la presencia femenina en la minería chilena se triplicó, pasando de un 7,7 % en 2014 a un 21,8 % durante el primer semestre de 2024. Y en 2023, casi la mitad de las nuevas contrataciones en el sector fueron mujeres. Es así como este avance posiciona a Chile como el segundo país del mundo con mayor presencia de mujeres en la industria, solo detrás de Australia (22 %).
Sin embargo, esto no es una coincidencia sino el reflejo de una toma de conciencia. Compañías como BHP Chile han logrado avances notorios, con un 40,4 % de participación femenina en su fuerza laboral y un 40,8 % en cargos directivos, cifras que superan ampliamente el promedio nacional. Este liderazgo es complementado por referentes como Mia Gous, quien hizo historia al convertirse en la primera gerenta general de la gran minería en Chile, liderando la mina de cobre Spence de BHP.
Otro caso que demuestra que este cambio es real y sostenible es el de CMP, bajo el liderazgo de Francisco Carvajal, donde se revirtió el balance de género en el comité ejecutivo de la compañía: hoy son 6 mujeres y 4 hombres, lo que representa un avance significativo respecto al 2021, cuando el equipo era paritario.
Estos ejemplos demuestran que no se trata solo de presencia, sino de rediseñar la cultura minera: desde cómo se lideran los equipos hasta cómo se gestionan los conflictos con comunidades, cómo se comunican los riesgos o cómo se visualiza el impacto a largo plazo. Cuando una mujer llega a una faena, una sala de control o una toma de decisiones, no solo suma una estadística. Abre caminos, desafía códigos culturales y demuestra que sí es posible colaborar desde otra forma de hacer minería. Para Catalina Pérez, consultora de Symnetics Chile, “las mujeres no venimos solo a ocupar un lugar: venimos a transformar el propósito, regenerar el sistema y abrir futuros.”
Para la industria actual, ya no basta con procesos eficientes. El nuevo estándar exige una minería capaz de regenerar ecosistemas, reconstruir confianzas y generar valor social real. Desde ese lugar, las mujeres impulsan la transformación del sector con una nueva visión estratégica, sensibilidad socioambiental y liderazgo consciente para construir una industria más innovadora, resiliente y con sentido.
La reflexión en el Día Internacional de la Mujer en Minería no trata solo de celebrar logros individuales, sino que busca visibilizar una transformación profunda que ya está en marcha y que puede redefinir el rol de la minería en la sociedad. Como lo explica Catalina Pérez, “Las mujeres estamos liderando una transformación profunda desde las ciencias, la ingeniería y la tecnología, trayendo no solo conocimiento técnico, sino también nuevas formas de liderar y hacer las cosas. De esta forma ya se está marcando el rumbo hacia una minería del futuro, que no se construye con los métodos del pasado, sino con las nuevas miradas que hoy están tomando protagonismo.”
En un país donde el cobre y el litio son recursos estratégicos, la equidad de género debe asumirse también como un recurso crítico para el futuro. Para construir una minería verdaderamente regenerativa, necesitamos integrar nuevas perspectivas, impulsar un propósito común y tener la valentía de transformar lo establecido. Porque si bien la inclusión femenina se ha sostenido a lo largo de los años como un pilar estratégico, este avance conlleva un cambio cultural profundo que aún se sigue construyendo. Este proceso exige seguir mostrando casos de éxito, visibilizar nuevas formas de hacer minería, que permitan convencer y cimentar el camino hacia una industria más innovadora, resiliente y con propósito.