- Investigadores japoneses encontraron nódulos de manganeso ricos en cobalto, níquel y cobre en el lecho marino cerca de Minamitorishima, lo que promete revolucionar el abastecimiento de metales para baterías.
Un equipo de expertos de la Universidad de Tokio y la Fundación Nippon descubrieron más de 200 millones de toneladas de nódulos de manganeso en el Océano Pacífico, dentro de la zona económica exclusiva de Japón. Estos nódulos, de tamaño similar al de un puño, contienen cantidades importantes de cobalto, níquel, cobre y manganeso, todos esenciales para la fabricación de baterías.
El hallazgo se produjo cerca de Minamitorishima, una isla remota de Tokio, a una profundidad de aproximadamente 5.500 metros. Este descubrimiento, similar a los nódulos polimetálicos de la zona Clarion-Clipperton, podría satisfacer el consumo de cobalto de Japón por 75 años y el de níquel por 11 años, según estimaciones del equipo investigador y reportes del Japan Times.
La Fundación Nippon y otras entidades prevén comenzar la extracción a gran escala de estos nódulos el próximo año, con la intención de procesarlos a través de empresas japonesas especializadas. Para 2026, planean establecer una empresa conjunta con varias compañías para desarrollar estos minerales localmente. La Universidad de Tokio contribuirá con análisis detallados del material extraído, aportando un valioso punto de vista académico al proyecto.
El analista Colin Hamilton de BMO advirtió sobre la complejidad de extraer estos nódulos debido a la gran profundidad. Señaló que la extracción en aguas profundas presenta tanto oportunidades como desafíos, especialmente en el contexto de la transición global hacia energías limpias.
Consumidores clave de metales, como Credit Suisse, Lloyds y Standard Chartered, hadelantaron que no adquirirán materiales de aguas profundas hasta que se realicen estudios exhaustivos sobre su impacto ambiental. Además, grandes bancos como ABN Amro y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria implementaron políticas que prohíben financiar la exploración y extracción en el fondo marino.
La demanda de níquel y cobalto se espera que aumente entre 400% y 600% en las próximas décadas, impulsada por el auge de las tecnologías de baterías que reemplazan a los sistemas basados en petróleo y gas. The Metals Company (Nasdaq: TMC) ha avanzado en este campo, anunciando en junio la producción del primer sulfato de cobalto derivado exclusivamente de nódulos polimetálicos submarinos.
Mientras tanto, la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA) trabaja en las primeras regulaciones mundiales para la minería submarina, con planes de finalizarlas para 2025. A pesar de la falta de normas formales, la minería en aguas profundas podría empezar técnicamente en julio, coincidiendo con la próxima reunión de la ISA.