- La cuarta Radiografía a la Capacitación en Minería expone brechas tecnológicas y formativas entre profesionales y trabajadores operativos, así como una fuerte desigualdad según nivel de ingreso.
Un nuevo estudio elaborado por Mine Class con el respaldo de la Alianza CCM-Eleva confirma que la transformación digital del sector minero avanza con ritmos desiguales. Mientras un 40% de los profesionales visualiza la inteligencia artificial y la ciberseguridad como tecnologías clave para el futuro de la industria, apenas un 16% de los mantenedores y 18% de los operadores comparten esa percepción. La capacitación técnica no solo está determinada por el perfil laboral, sino también por el nivel de ingresos, lo que genera una brecha estructural que impacta directamente en la productividad y la inclusión laboral.
Con una muestra de 1.623 personas vinculadas a la minería nacional, la cuarta edición de la Radiografía a la Capacitación en Minería ofrece una mirada crítica sobre el estado actual de la formación y su sintonía con los desafíos tecnológicos del rubro. Según el estudio, un 40% de los profesionales identifica a la IA y la ciberseguridad como las tecnologías de mayor impacto, mientras que entre mantenedores y operadores el foco sigue puesto en la productividad física de las máquinas.
“Esto refleja una desconexión entre las tecnologías emergentes que están marcando el rumbo de la industria y la formación que están recibiendo los trabajadores en terreno”, advirtió Claudio Valenzuela, CEO de Mine Class. “Si no abordamos estas brechas, corremos el riesgo de dejar fuera a una parte importante de la fuerza laboral”.
Desde la Alianza CCM-Eleva, entidad que promueve el desarrollo de capital humano en la minería, reforzaron la urgencia de este diagnóstico. “Más del 40% de los nuevos perfiles laborales están ligados a tecnologías 4.0 y automatización, según nuestro último Estudio de Fuerza Laboral. Por eso, fortalecer la formación técnica y acercar la innovación a los trabajadores en terreno no es opcional: es estratégico para una minería inclusiva y digitalizada”.
El informe también alerta sobre brechas de acceso a formación, especialmente ligadas al nivel de ingresos. Mientras el 43,9% de quienes ganan entre $3 y $5 millones accedió a capacitación, solo el 27% de quienes perciben menos de $1 millón recibió formación durante el último año. Esta diferencia de 16,7 puntos porcentuales acentúa las desigualdades estructurales al interior del sector.
“Las brechas de capacitación no son solo un problema de equidad, sino de productividad y competitividad para el país”, enfatizó Valenzuela. “Un sistema formativo alineado con las tecnologías del futuro debe ser accesible para todos los perfiles, independientemente de su cargo o nivel de ingreso”.
En cuanto a los perfiles de la muestra, un 84% correspondió a hombres y solo un 16% a mujeres, lo que refleja la persistente brecha de género en la industria. Además, el 59% de los encuestados tiene entre 31 y 50 años, lo que indica una base laboral con trayectoria, pero que requiere actualización continua frente al nuevo paradigma digital.
La Radiografía 2025 también evidencia la necesidad urgente de alfabetización tecnológica. Temas como inteligencia artificial, análisis de datos y ciberseguridad deben integrarse de forma transversal en los programas de formación, especialmente en los niveles operativos. Sin esa transformación, la digitalización de la minería chilena corre el riesgo de ser excluyente, sin garantizar una transición justa para quienes trabajan en terreno.
