- Chile podría convertirse en uno de los líderes globales en la producción de cobalto gracias a la riqueza de sus relaves mineros, una oportunidad clave para la electromovilidad y el desarrollo sostenible.
Chile, conocido por su vasto potencial minero, podría estar a las puertas de un nuevo capítulo en la explotación de recursos: la producción de cobalto, conocido como el “oro azul”. Este elemento, esencial para las baterías de ion de litio utilizadas en vehículos eléctricos, se encuentra en abundancia en los relaves mineros del país. Esta circunstancia presenta una oportunidad única para posicionar a Chile como un líder global en la producción de este metal estratégico.
El cobalto destaca por sus propiedades únicas, tales como su resistencia a altas temperaturas, lo que lo hace indispensable no solo en la fabricación de baterías, sino también en motores de avión y aceros de alta calidad. Según el profesor Fernando Valenzuela de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, “la demanda de cobalto ha aumentado significativamente con el auge de la electromovilidad”. Valenzuela subraya que “Chile posee una tríada de elementos indispensables para este sector: cobre, litio y cobalto” .
A diferencia de otros países como el Congo, donde el cobalto se extrae de minas, en Chile la estrategia se centra en la recuperación de este metal a partir de los relaves mineros. Estos son residuos de la minería del cobre que contienen una variedad de elementos valiosos. “Por cada kilo de cobre extraído, el 99% restante se convierte en relaves, un problema ambiental que puede transformarse en una oportunidad económica”, explica Valenzuela . Los relaves mineros no solo contienen cobalto, sino también oro, plata, antimonio, molibdeno, renio, cobre y wolframio.
El desarrollo de la electromovilidad, que depende en gran medida de las baterías de ion de litio, ha impulsado la relevancia del cobalto. Este mineral contribuye a que las baterías sean más duraderas y eficientes, permitiendo la fabricación de vehículos eléctricos más confiables y con mayor autonomía. “El cobalto es crítico para el rendimiento de las baterías debido a su capacidad de resistir altas temperaturas”, señala Valenzuela .
En Chile, existen pequeños depósitos de cobalto en las regiones de Coquimbo y Atacama, pero es en los relaves mineros donde reside el verdadero potencial. Este enfoque no solo es económicamente viable, sino también ambientalmente sostenible, ya que se aprovechan residuos existentes en lugar de crear nuevos pasivos ambientales. “Extraer cobalto de relaves es menos costoso y reduce el impacto ambiental, ya que no se requiere el proceso de molienda tradicional”, agrega Valenzuela .
Un ejemplo destacado de esta estrategia es el proyecto liderado por Brian Townley del Centro Avanzado de Tecnología para la Minería (AMTC) de la Universidad de Chile, que busca recuperar cobalto mediante biotecnología. Valenzuela explica que existen dos métodos principales para extraer cobalto de los relaves: la biohidrometalurgia, que utiliza microorganismos para disolver la perita de hierro, y la hidrometalurgia, que emplea ácido sulfúrico para poner en solución los metales presentes en los relaves. Posteriormente, se utiliza un proceso de extracción por solventes para obtener cobalto de alta pureza .
La transformación de relaves mineros en fuentes de cobalto podría posicionar a Chile como un actor clave en el mercado global de este metal, crucial para la transición hacia una movilidad más sostenible. Esta iniciativa no solo contribuiría a la economía nacional, sino que también ofrecería una solución innovadora a los desafíos ambientales que presenta la minería tradicional.