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- Chile, el segundo mayor productor de litio del mundo, planea duplicar su producción para evitar una posible escasez futura, en medio de la transición hacia la movilidad eléctrica y la demanda creciente de baterías de litio.
La industria global del litio aún se está recuperando de los excedentes a lo largo de la cadena de suministro de baterías, pero según el ministro de Hacienda de Chile, el mayor riesgo a largo plazo es producir muy poco del metal en lugar de producir demasiado.
“La producción necesita aumentar para que siga siendo rentable y atractiva para fabricar baterías de litio para la electro-movilidad”, afirmó Mario Marcel a Mining.com.
Para abordar este desafío, Chile anunció planes para duplicar su producción de litio en la próxima década, mediante la apertura de salares a la minería bajo un nuevo modelo público-privado.
Si Chile logra este objetivo, el exceso de oferta podría ser bienvenido por la cadena de suministro de vehículos eléctricos, ya que la demanda crece con la transición lejos de los combustibles fósiles. Sin embargo, el mercado del litio sigue siendo altamente volátil e inmaduro, con precios que han fluctuado considerablemente en los últimos años.
Dos tercios de la producción adicional de Chile provendrían de la asociación entre SQM y Codelco, mientras que el tercio restante provendría de nuevos proyectos, según Marcel. Este objetivo no incluye las expansiones propuestas en las operaciones de Albemarle Corp.
El plan del presidente Gabriel Boric para aprovechar más de las mayores reservas mundiales de litio está dividido en tres categorías, con algunos salares considerados estratégicos y otros sujetos a negociaciones flexibles entre empresas estatales y privadas.
La preocupación inicial de la industria por un mayor papel del estado en la estrategia del litio ha sido abordada con este anuncio, que deja abierta la posibilidad para las empresas de controlar proyectos e incluso operar de forma independiente. Además, los nuevos métodos de producción serán una variable deseable en lugar de un requisito en los nuevos contratos.
“Muchas de las interpretaciones asumían que esta política era más estatista de lo que realmente es, tal vez debido a un sesgo político”, señaló Marcel. “Lo importante es que ahora la situación ha sido claramente aclarada”.
