Obispado de Iquique.- Desde la Cruz del Calvario como ya es tradición, miembros de las comunidades de la quebrada de Tarapacá participaron este miércoles 13 de julio en la eucaristía del Mundo Andino, celebración presidida por el ex rector del santuario tiraneño, padre Franklin Luza Zañartu.
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En procesión decenas de hombres y mujeres aymaras marcharon ceremoniosamente por las calles de La Tirana hasta la casa de la Chinita, donde tras su ingreso el aroma del incienso llevó a los presentes a rememorar la más tierna infancia cuando junto a sus padres y abuelos acudían cada julio a celebrar a la Madre del Señor.
Frutos que con reverencia los andinos depositaron a la base del altar traídos desde los pueblos y quebradas tarapaqueñas, fueron el tributo que hicieron al Señor como signo de agradecimiento por el sustento de quienes con esfuerzo y dedicación aran la tierra con sabiduría aprendida por siglos.
Huarasiña, Huasquiña, Pachica, Quillahuasa, Laonzana, Poroma, Coscaya y Tarapacá, fueron las comunidades que participaron de esta celebración eucarística organizada por el equipo de Pastoral Andina, junto a la parroquia San Lorenzo de Tarapacá que congrega a las comunidades antes mencionadas.
En su homilía, el también párroco de Espíritu Santo en Iquique, enfatizó sobre la pertenencia de los pueblos andinos en esta magna celebración de la fe nortina, «los que hemos nacido en esta tierra al amparo de las tradiciones de nuestros padres, estamos en estos últimos años volviendo a la casa. Esta es la casa de todos, pero particularmente, la casa nuestra, de los hijos de los pueblos del interior, de los pueblos andinos ancestrales, junto a quienes nació la fe cristiana y se desarrolló en esta tierra hasta transformarse en esta hermosa fiesta que tenemos».
Sobre ello, Jenoveva Carrillo, coordinadora de la Pastoral Andina, señaló que “es muy hermoso que los pueblos andinos vuelvan a este Santuario, porque por muchos años fueron desplazados, pero desde el año 2000 que la Iglesia ha trabajado por reincorporarlos a lo que es su herencia como hijos de esta tierra”.
Finalizando la eucaristía, los representantes de los poblados de la quebrada de Tarapacá se dirigieron hasta los pies de la Madre para depositar ahí la cruz traída desde su parroquia, sin embargo, y en el contexto del año de la Misericordia y antes de llegar a la imagen venerada de la Virgen del Carmen, acompañados del sacerdote los andinos salieron por la puerta lateral del templo para ingresar nuevamente por la Puerta Santa, signo de indulgencia que se vive en este año jubilar.
Sobre ello, Jenoveva Carrillo enfatizó, “este es un honor para la gente de nuestros pueblos, porque se dio este momento hermoso de poder pasar por la Puerta Santa y acompañados de la banda “Exaltación de Usmagama” quienes en más de cien años de existencia solo han salido de su pueblo para venir acá este año, así que eso nos deja felices y honrados”.
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Corresponsales 
Diana Leyton Valdivia 